LA VANGUARDIA (10-3-1959)
Esta nueva pelicula del niño cantor Joselito es como una especie de continuación de las otras dos cintas que lleva realizadas. Aun cuando cada una de ellas tiene un argumento independiente, los temas y el estilo son tan semejantes que parecen episodios de una misma historia. Este espíritu de continuidad lo encontramos también en los títulos que ostentan los films: «El pequeño ruiseñor», «Saeta del ruiseñor» y ahora «El ruiseñor de las cumbres». Las tres películas, realizadas a base de tramas melancólicas, con más acentuada tendencia a la sensiblería, ofrecen al pequeño artista frecuentes ocasiones para lucir sus extraordinarias dotes de cantor. «El ruiseñor de las cumbres» es una historia entre blanca y azul, cuyo protagonista es un pastorcillo que vive feliz en los altos riscos de su tierra natal, apacentando un arcádico rebaño de ovejas. Pero como un día descubre que su padre es un alcohólico, que maltrata a su madre y se «bebe» el jornal, el muchacho sufre un gran «shock» psíquico y abandonando cumbres y rebaño se marcha por esas tierras de Dios, en unión de un vagabundo. Para subsistir, el pequeñuelo canta... Canta con la gracia, el estilo y las asombrosas cualidades que posee Joselito y es ocioso decir que tiene en todas partes un gran éxito. La historia se desenvuelve entre trances de ansiedad y de sentimentalismo, hasta que el padre del niño cantor se arrepiente de sus extravíos y abandona el alcohol. Entonces, como en un cuento rosa, Joselito vuelve al hogar, y tras la obligada y emotiva reconciliación, se restituye también a sus rebaños y a sus altas cumbres Antonio del Amo, que es un director que conoce a conciencia su oficio, ha desenvuelto esta sencilla trama con la picardía suficiente para esquivar los riesgos de ñoñez que la amenazaban, y ha logrado rodearla de los suficientes incentivos para hacerla agradable y amena para todos los públicos. Joselito interpreta en «El ruiseñor de las cumbres» una sugestiva serie de canciones de diverso estilo, es decir, no todas aflamencadas, como antes. Su estilo de cantante ha ido adquiriendo con el ejercicio, volumen, variedad y amplitud. Algunas de estas canciones, casi todas del maestro Monreal, son excelentes. La película ha sido rodada en magnífico Eatsmancolor, que revalora en alto grado los bellos parajes elegidos como escenario de la cinta. — A. M. T,
Thanks for your comment, Paco Granados
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