Día
de estreno (29-11-1965) Día critica (1-12-1965)
El
viejo refrán dice que «nunca segundas partes fueron buenas». Sin
embargo, estamos acostumbrados a que con harta frecuencia el refrán
no diga la verdad. Este caso es una de ellas. Hace ocho o diez años,
José Luis Sáenz de Heredia llevó a la pantalla unas divertidísimas
«Historias de la Radio». Ahora ha puesto en práctica la misma
fórmula y nos ha ofrecido unas chispeantes y bulliciosas «Historias
de la Televisión». Dichas historias son solamente dos. La primera,
titulada «Cuando los gorilas hablan por teléfono» y la segunda
«Una chica de Fortuna». En ambos episodios, que tienen una duración
de casi tres cuartos de hora cada uno, José Luis Sáenz de Heredia
ha Logrado una de las cosas más difíciles de alcanzar en el cine:
hacer reír en grande a los espectadores, mantener en un tono
dinámico el desarrollo del film y dar ocasión a los numerosos
intérpretes de calidad que intervienen en él para hacer alarde de
su vis cómica y de sus amplios recursos histriónicos. Las dos
historias son intrascendentes y ligeras. No se ha pretendido conmover
ni emocionar a nadie, sino mantener a todos, en un estado de
complacencia que oscila entre la risa y la sonrisa. El primer
episodio gira en torno a una graciosa sátira de los concursos
televisivos, que tan ancha repercusión han logrado tener en el país.
Como el asunto es de actualidad, la graciosa trama entretiene y
divierte. El segundo episodio, «Una chica de Fortuna», tiene más
alicientes y se presta a una mayor y más variada serie dé
peripecias. Katy es una chica que vive en Fortuna, provincia de
Murcia, donde forma con un grupo de amigos un conjunto musical. Está
loca por las canciones «ye-ye» y aspira a triunfar en Madrid, a
donde llega en virtud de que le premian una canción de la que: ella
ha compuesto la melodía y el ritmo, pero que otro amigo suyo ha
llevado al pentagrama. Los azarosos lances porque pasa este
pintoresco conjunto musical y la muchacha «ye-ye» —figura que
encarna Conchita Velasco— están llenos de gracia y se prestan a
que la gentil intérprete haga alarde de sus cualidades de cantante y
de la amplia gama de sus recursos de actriz cómica. Además, en
todos los momentos de la película, Conchita Velasco está muy guapa,
lo que no deja de ser un incentivo bastante importante. En el reparto
artístico intervienen, además de la estupenda y encantadora
Conchita, un enorme número de excelentes actores y actrices, entre
los cuales Tony Leblanc, que está muy gracioso en todas sus
intervenciones, Antonio Garisa, José Luis López Vázquez, Alfredo
Landa, José Alfayate, Guadalupe Muñoz Sanpedro, Margot Cottens,
Luchy Soto, etc. La música y las canciones de la película las ha
compuesto Augusto Algueró. Son muy chispeantes y están muy dentro
de la linea musical de hoy. La titulada (Una chica "ye-ye")
está llamada a hacerse famosísima. A la sesión de estreno asistió
Conchita Velasco, cuya presencia en el teatro fue acogida con una
gran ovación. En el escenario fue sometida a un ingenioso y
chispeante interrogatorio por el locutor Juan Armengol. Conchita
Velasco derrochó gracejo, humor y una extraordinaria soltura verbal
que le conquistó todas las simpatías. — A. MARTÍNEZ TOMAS.
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